
Las ansias de protagonismo nos invaden en muchas ocasiones. Llenamos nuestros salones con fotos de nuestra jeta y esperamos que nuestros invitados nos digan los guapos que estamos en ellas. ¡Qué vanidosos! Desde el post de hoy, queremos reflexionar sobre esas acciones, hacer una cura de humildad y apostar por los retratos de espalda. ¿De espalda? Sí, de espalda, ¿qué pasa? A ver si los que van a tu casa y consideras amigos, te demuestran que lo son y te reconocen.
Algun@s ya lo han puesto en práctica, veámoslo.
Cuestiones a resolver:
- ¿Si le das la vuelta al cuadro aparece la cara?
- ¿Estar de espaldas es como estar castigado “cara a la pared”?
- ¿Si tienes granos en la espalda tu imagen se consideraría arte abstracto?
Si tienes respuestas para estas preguntas u otras preguntas que plantear, déjanoslas. ¡Queremos saber!
Todas las opiniones y comentarios son bienvenidos.
Un abrazo Superdecorador@s! 😉