
En un lugar del mapa de cuyo nombre no puedo acordarme, existía una casa feliz, amada y respetada por todos los que moraban allí… ¿Qué pasa, ya te sabes este cuento? Ok, nos dejamos de fabular y pasamos a la acción: ¿Qué te parecería utilizar recursos decorativos basados en las narraciones infantiles que tanto oíamos de pequeños? Me contesto a mí misma: ¡Uy, me parecería genial y estupendo! Voy a dar unos saltitos y palmaditas para demostrar mi entusiasmo.
Ojo, no significa que la decoración basada en los cuentos sea una decoración exclusivamente infantil, estos elementos deco pueden ser muy visuales y adultos, o suavizar cualquier ambiente nórdico o de estilo industrial.
Como siempre, para inspirarnos y crear ideas en nuestro cerebro, os dejamos con lo mejorcito que ronda por la red.
Una casa de cuento debe tener:
Hadas
Princesas y campesinas bellas
Bosques encantados
Niñas con capas rojas
Personajes mágicos que viven en países desconocidos
Brujas malvadas
Lobos rabiosos
No deben faltar monstruos
Ni dragones y mazmorras
Posibles conclusiones que extraemos:
1. ¿Ser cuentista es lo mismo que dedicarse a hacer cuentas?
2. ¿Las brujas malvadas necesariamente deben de ir de negro y tener verrugas?
3. ¿Por qué los niños que asoman la cabeza por las maderas de los monstruos no están muy contentos?
Si tienes respuesta para estas preguntas, por favor déjanoslas aquí. ¡Queremos saber! Tu opinión o comentarios, siempre son bienvenidos.
Hasta el próximo post Superdecorador@s! 😉